lunes, 15 de junio de 2015

FERIAS DEL LIBRO

Un año más las Ferias del Libro brotan en Extremadura al llegar la primavera. Los paseos o plazas de Cáceres, Badajoz, Trujillo, Plasencia, Mérida, Almendralejo, Navalmoral… se llenan de casetas, carpas y libros, sueños, ilusiones, textos que flotan en el ambiente. Y gentes que acuden a las presentaciones y buscan la firma que el autor con alma de niño, de bruja o de monstruo y corazón de tinta,  plasmará en su libro. Y lo conservarán como una reliquia.
Los libros son las flores más valiosas, aquello que perdurará a pesar de modas o ideas,  que te acompañan siempre, te alegran, informan, conmueven, transmiten belleza y ─lo más importante─, con estas Ferias se trata de remover los sentimientos de las personas y la voluntad de los jóvenes que son nuestro futuro. El día que una carpa esté llena de gente joven, ese día habrá triunfado la cultura.
Porque la lectura forma críticos, gentes disconformes que piensan por sí mismos, que estarán de acuerdo o no con lo que leen, y emiten sus propias respuestas. Pero nunca un libro nos dejará indiferentes.
Todos los años me propongo escribir un artículo sobre las Ferias del Libro y todos los años desisto de hacerlo. Me digo ¿ Y para qué?
Aunque quizá debamos ser valientes y dar nuestra opinión sobre aquello que no nos gusta o vemos negativo en estos eventos que proliferan en muestra Comunidad extremeña.
Se da el caso verídico de que los libros de autores extremeños que presentan en las diversas Ferias del Libro están arrinconados, aparcados en estanterías del fondo, cuando no tapados, mientras aquellos que gozan de más publicidad por ser gentes que salen en televisión o son autores conocidos, están colocados en primera fila del mostrador, donde el público los puede ver, tocas, ojear. Los demás pasan desapercibidos.
Pienso que es como la pescadilla que se muerde la cola:  los autores muy conocidos venden porque sus libros están en sitio preferente o están en sitio preferente porque venden?
Habría que preguntarse: ¿queremos promocionar a esos cuatro famosos  que distribuyen por toda España o a nuestros autores extremeños? Sería tan fácil como adoptar medidas promocionales como la que he apuntado, colocar carteles anunciando su presentación, poniendo sus nombres visibles, haciendo más publicidad. 

Y bastaría con que se coordinaran los responsables de cada feria con los libreros que participen y dieran realce a lo nuestro. 

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