No solamente evolucionamos
las personas. Nuestras ciudades también cambian. La nuestra, sin ir más lejos,
ha sufrido varias transformaciones a lo largo de su historia. Si sus calles nacieron
siendo de tierra, pasaron más tarde a verse cubiertas con cemento varias de
ellas, luego al incómodo enrollado, de gorrones gordos, enormes, como estaban
la mayoría de nuestros pueblos. Más tarde, se levantó de nuevo el pavimento del
casco histórico, la Corredera y el Rollo, para sustituirlo por rollos más
finos, los que hemos conocido hasta 2014.
Esta remodelación,
anterior a la actual, tuvo lugar hace algo más de cuarenta años, comenzó hacia1973,
me lo dijo un vecino: «…recuerdo que fue en
1973 porque murió mi mujer y tuvimos problemas con la salida del ataúd al estar
todo levantado…»
Entonces se amplió el
espacio de las plazas de la Catedral y del Duque tirando las paredes que
quedaban del patio del desaparecido Colegio de las Franciscanas, enfrente de la
catedral, y las casas anexas a la catedral y frente al palacio de los Duques de
Alba. Mucha gente recuerda que existían casas adosadas a la catedral como la de
las Campaneras y la de don Bernabé.
El arquitecto que
dirigió las obras fue Dionisio Hernández Gil, del Ministerio de Bellas Artes.
Esta remodelación se
debió a una campaña de restauraciones a nivel nacional, y a Extremadura le tocó
remodelar las plazas. Fue una moda de finales de los sesenta y consistía en
dejar libre todo lo de delante de iglesias o catedrales.
Lo que ocurre con estas
remodelaciones es que cada vez se va elevando más el firme. Recordemos que hace
muchísimos años, los escalones que bajan hasta la catedral no existían sino que
estaba a nivel de calle y en la actualidad se encuentra más baja que su entorno.
Estas dos plazas vieron
meter la piqueta, sintieron cómo les iban arrancando sus muelas pétreas, quedar
desdentadas al retirar definitivamente los rollos para estrenar dentadura nueva
en forma de adoquines cuadrados de granito gris, en unas partes, y rojo en
otras de la plaza de la catedral. Los adoquines ya los utilizaban cartagineses
y romanos para pavimentar sus grandes
vías.
Las obras comenzaron en
la primavera de 2014 y pararon con la llegada de las fiestas de San Juan,
llegando el pavimento hasta mi puerta. Se retomó a primeros de julio y han
finalizado a finales de octubre. A pesar de que durante meses hemos tenido que
sufrir los inconvenientes de las obras, nuestros tacones de aguja y nuestros
pies lo agradecen.
Lástima que las losas
de granito que hacen las veces de acera en la Plaza del Duque sean tan
deficientes, con unos altibajos exagerados. Otra cosa son las colocadas en la
plaza de la Catedral. Debe de haber algún responsable de ese desaguisado, o si
es que les sobraba esa partida y la han aprovechado colocándola en las últimas
casas de la ciudad. Mala decisión. Porque todos pagamos nuestros impuestos…
Esta pequeña historia
de las dos plazas, que parece tan sencilla me ha costado Dios y ayuda
recopilarla porque la gente ya no se acuerda e incurren en contradicciones y
así y todo, puede que contenga algún error porque la memoria convive con el
olvido. Por eso, porque no se olvide, es por lo que quiero dejar constancia de
la sustitución de los rollos por el granito.
En las fotografías
adjuntas podemos contemplar el pavimento levantado y el cambio que han
experimentado en este tiempo las dos plazas y muchas de sus casas.
Seguro que estas obras
no serán las últimas, quizá no las conozcamos pero, pasado el tiempo, volverán
las obras y los que vivan para entonces
verán de nuevo remodeladas estas dos plazas emblemáticas de la ciudad de Coria.
Si en la próxima
reforma estamos vivos, volveré a comentarlo, se alegrarán los supervivientes, y
servirá de curiosidad para los más jóvenes.
Al fin y al cabo, es
parte de la historia de nuestra ciudad.
Rosa López Casero
Casa de Andrés, y el nº 2 es donde luego estuvo la peña La Geta
Rincón de Obdulia
Rincón Plaza del Duque adoquinado
El otro rincón de la Plaza del Duque hasta 2014
Levantado de gorrones
Comienzo de acerado
Siguen las obras
Adoquinado hasta San Juan
Plaza de la Catedral en 1973 (Casas del Cabildo y de Sánchez Ferlosio)
El palacio arzobispal y plaza en 1973-74
Plaza de la Catedral adoquinada
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